BUENOS AIRES.- La Comisión de Libertad de Expresión de la Cámara de Diputados se solidarizó ayer con periodistas que sufren intimidaciones y "escraches" y emitió un dictamen con una declaración de "repudio" al juicio ético público encarado por Hebe de Bonafini (ver "Un simulacro...."), que no contó con el apoyo del oficialismo.
La titular de la Comisión, Silvana Giúdici (UCR), explicó que ese cuerpo condensó en un proyecto varias iniciativas de distintos bloques para repudiar las agresiones, actitudes intimidatorias y amenazas a periodistas y lograr el apoyo unánime en el cuerpo.
En la reunión fueron recibidos, como el miércoles ocurrió en el Senado, los periodistas Magdalena Ruiz Guiñazú (radio Continental), Luis Majul (América), Joaquín Morales Sola (La Nación), Daniel Santoro (Clarín), Gustavo Silvestre, Marcelo Bonelli y Edgardo Alfano (TN), Ricardo Kirchsbaum (Clarín), Fanny Mandelbaum y referentes del Foro de Periodistas Argentino (Fopea).
Majul manifestó su preocupación porque "del lado del poder, con financiamiento del poder, se agrede anónimamente a periodistas y se crea en la calle un estado de persecución que podría terminar mal".
Morales Solá avanzó un paso en sus sospechas al estimar que "esto es claramente un señalamiento" a periodistas que serán supuestamente "juzgados" por un tribunal que dictará una condena que, se preguntó, "quién la va a decidir, quién la va a ejecutar".
Kirschbaum buscó quitarle dramatismo a la situación y consideró: que "deberíamos dar un ejemplo de que es posible discrepar sin que se crucen límites y terminemos en el Código Penal". Ruiz Guiñazú se mostró escéptica ante la supuesta imposibilidad de detectar el origen de los afiches. "Si el Gobierno no tiene un Servicio de Inteligencia y no puede determinar quién hizo los carteles, tienen un Servicio de Inteligencia de cuarta". Alfano, en tanto, analizó que las declaraciones de funcionarios del Ejecutivo insisten en poner a la prensa en el lugar de la oposición que "es un lugar que no nos corresponde" y que así crea una polaridad "amigo-enemigo" o de "estar con el poder o estar en contra" que no se ajusta a la realidad.
Bonelli, por su lado, reconoció que la crítica a la labor periodística "es bienvenida pero cuando es de frente, con nombre y apellido", mientras Silvestre, su compañero de programa en TN, admitió que lo ponen "muy incómodo" los "escraches" y las pinchaduras telefónicas. (DyN)